En principio, el debate iba a empezar en febrero. Pero la defensa del acusado interpuso un recurso para retrasar el inicio y los jueces lo reprogramaron para agosto. Sin embargo, la baja de jurados hizo que debiera postergarse para los primeros días de septiembre. Debió ser ayer, pero recien a esta altura del miércoles un jurado popular estaría juzgando a Ramiro Ponce, el femicida de la mujer que hoy nos falta; Eliana Mendilaharzu.
¿Por qué se suspendió dos veces el comienzo del juicio?*
El juicio tenía fecha de arranque para el 13 de febrero, pero dos días antes, la Justicia le informó a la familia de Ely -como le decía su familia- sobre su postergación.
“Ese día que se esperó tanto no va a ser posible porque la defensa, intentando una estratagema infernal, interpuso un recurso de apelación ante Casación. La fiscal trabajó años en la investigación de cada detalle, los testigos organizaron sus vidas, viajando, cancelando, postergando trabajos, todo para estar presentes y que se haga justicia. Ahora deberán esperar meses para que se lleve adelante el juicio por el femicidio de Eliana”, detalló en aquel momento Sonia Almada, la psicóloga que acompaña a los Mendilaharzu.
La jugada de Ponce para ganar tiempo resultó efectiva, ya que el tribunal estipuló una nueva fecha para el juicio seis meses después. El 6 de agosto iba a comenzar y otra vez la defensa frustró el debate: el motivo estuvo relacionado con la conformación del jurado popular.
“Uno juntó las energías para la segunda fecha y la suspensión para mí fue devastadora. Hubo mucho manoseo judicial”, manifestó “Mara”. Ese día, los representantes legales del acusado recusaron ocho jurados y no daban con otras personas para que tomaran su lugar: “Parecía un juego de ajedrez. Nos tuvimos que bancar eso otra vez”.
Además, la mujer recordó cómo fue toparse con Ponce: “Fue desprolijo. Pedí no verlo durante la audiencia y estaba ahí. Lo vi inmutable, con desprecio a la vida y hacía al otro”.
En ese momento, el juez le aseguró que en los primeros días de septiembre finalmente comenzaría el juicio. “Nos siguen matando como familia. No piensan en el impacto que produce. Yo me quedé muda y hasta tuve paralizado el cuerpo, pero creo en la justicia y en Dios”.
(*Con información de Todo Noticias)
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