Para el pueblo la educación
Desde las 17 habrá marcha multitudinaria por la Educación Universitaria Pública y de Calidad en riesgo, a un día del veto presidencial sobre la ley que procura garantizar su funcionamiento y excelencia.
Los miles que hoy marchan, y las causas que motorizan son las mismas de abril, porque el reclamo continúa deslegimitado y desoido. La universidad recupera las calles para defenderse a si misma. De una parálisis infligida, de un saqueo inminente y planificado.
La gran marcha precede por un día al veto de la ley que procura garantizar su pleno funcionamiento. En los primeros 7 meses de la gestión Milei, se ejecutó un 31,5% menos de fondos para las 57 universidades nacionales que en el mismo período de 2023, a valores reales. Por caso, el personal docente y no docente acumula pérdidas del 50% desde diciembre pasado.
El presupuesto asignado a las casas de altos estudios en 2024 terminará siendo en términos reales el más bajo de las últimas tres décadas. Es entonces, que las demandas contemplan partidas presupuestarias para cubrir gastos de funcionamiento, e investigación y extensión de las universidades, junto a una recomposición salarial superior al aumento del 6.8% propuesto por el Gobierno.
Trasciende de la misma Casa Rosada, el autoconvencimiento de que la marcha no es a favor, sino en contra. Quieren desestabilizar, amparándose en la “supuesta defensa de un elefante blanco como lo es la Universidad Pública”. «Las universidades manejan mal los recursos», aseveran, «y además son poco transparentes al rendir los gastos».
Que auditen pues, cuantas veces quieran. Que intenten «los héroes» del veto atentar contra la ley de financiamiento. No pasarán: en las calles se defienden las aulas de la movilidad social ascendente.