En Davos, Javier Milei desmintió para siempre aquello de que para un libertario, nada es más importante que el «respecto irrestricto del proyecto de vida del prójimo». Allí, en el mismo Foro Económico donde espetaba un año atrás que el socialismo es «un fenómeno empobrecedor que asesinó a más de 100 millones de humanos», advirtió que el «wokismo» – en el que engloba a migrantes, feministas, trans, ecologistas y defensores de los Derechos Humanos -, «es un cáncer que hay que extirpar».
En cuestión de días, la violencia cotidiana y deshumanizante del mandatario refrescó cuáles son los enemigos internos del Gobierno, equivalentes a los obstáculos socioeconómicos del capitalismo salvaje en todo mandato de ultraderecha. Demostrando el correlato del discurso de odio con la violencia asimétrica, Milei sindicaría primero a «los zurdos hijos de puta», en el marco de un posteo de X para atajar las críticas a Elon Musk tras su saludo nazi durante la celebración del segundo mandato de Trump. Sin delimitar a quién entiende por zurdo, anticipó: «Los vamos a buscar hasta el último rincón del planeta en defensa de la libertad».
Ya en Davos, le profirió amenazas a «el feminismo radical, que es una distorsión del concepto de igualdad». Aunque al mayor de sus ataques lo reservó para el colectivo LGTBIQ+, al que vincula con una pedofilia fraguada en el derecho a la identidad de género. Para intentar sostenerlo, hilvanó una sarta de casos aislados y caracterizaciones forzadas previo a denunciar que, «en sus versiones más extremas, la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil; son pedófilos. Por lo tanto, quiero saber quién avala esos comportamientos».
La estigmatización y persecución ideológica de mujeres y disidencias constituyen, para La Libertad Avanza, un asunto de Nación que no se agota en la retórica partidaria. Por el contrario, moldea al Estado como una máquina expendedora de medidas concretas para la supresión de derechos a la identidad, equidad y educación sexual conquistados en la Argentina. El fondo que justifica las formas que ya son una norma, es la imposición del plan económico orquestado por Milei junto al ministro Luis Caputo. Lo explicaba el aspirante a Premio Nobel de Economía en el living de Mirta Legrand: «¿Querés percibirte lo que quieras percibirte? Te querés percibir como un Puma, hacelo. Digo, a mí me da lo mismo, o sea, mientras que no me hagas pagar la cuenta, percibite como quieras». Está claro: «el ajuste más grande la historia de la humanidad» no cierra con los derechos humanos adentro.
Detrás de «la búsqueda de igualdad ante la Ley», están la eliminación del Ministerio de la Mujer, y la censura a los contenidos de la ESI «por su alto contenido de ideología de género”; el recorte de un 40% a la Dirección de Respuesta al VIH, Hepatitis, ITC y TBC; la puja legislativa para borrar el femicidio del Código Penal este año, y rediscutir el Aborto Legal, Seguro y Gratuito para el 2026. El vaciamiento de las instituciones y políticas de género avanza en el país que padece 1 femicidio cada 27 horas a los 28 días de enero .
Pero la lengua incendiaria del Presidente también ratifica otra cosa de sí mismo. Lo que nunca dejó de ser: el lider misógino, homofóbico, transodiante y xenófobo de un gobierno neoliberal más. El discurso antiwokista que pretendió enamorar a los dueños mundiales de todas las cosas, desencadenó una movilización e insurgencia transfeminista y popular en defensa de las libertades conquistadas. En vez de resucitar la falaz grieta contra la casta y los mismos de siempre, Milei fogoneó la resistencia en una vena abierta: la que separa a las libertades consagradas de los mandatos fascistas.
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La marcha del 1F: «al clóset no volvemos más»
Un disparo retrógrado sólo puede salir por la culata. El jueves 25, a dos días del discurso en Davos, nacía en Parque Lezama la Asamblea Antifacista, Antirracista y LGTBIQN+, evocando por espontaneidad, simbolismo y contundencia aquél volanteo por el “Día de la Liberación Gay” y “Día Internacional de la Dignidad Homosexual”, que sucediera allí mismo el 30 de junio de 1985. La primera acción directa contra el discurso mileista, que tuvo un segundo encuentro el miércoles 29, sentó las bases para la Marcha Federal del Orgullo Antifascista, Antirracista y LGTBIQN+, que este sábado a las 16 moldeará la trinchera masiva a la batalla cultural libertaria.
«La respuesta a la violencia económica, a la persecución política y la represión sexual del Gobierno de Javier Milei, tiene los colores de nuestra comunidad. Juntes y en alianza a lo largo de todo el país, articulando todas nuestras diferencias, nos necesitamos ahora. Difundí, organizate, participá!», fue el mensaje de la asamblea a replicarse en más de 100 localidades del país, y por igual en capitales como Berlín, Roma, Madrid, Barcelona o Río de Janeiro entre otras.
En la marcha de este sábado «son bienvenidos todos los cuerpos, todas las historias», insistieron en las redes de la asamblea LGBTIQ+, y subrayaron que “no hace falta que seas LGBTIQ+ para marchar. Es clave unirnos todes» para manifestarse en contra del fascismo presidencial. «Todas nuestras vidas importan, todos nuestros cuerpos importan. Nos une la belleza de rebelarnos contra el violento ajuste de esta clase dominante: ¡tenemos que poner un límite! Es momento de decir ¡BASTA!», cerraron el comunicado.
En Azul, la convocatoria impulsada por APOCA tendrá lugar esta tarde en el Balneario Municipal. La juntada organizativa que inicia a las 18:00 en «La Isla» se piensa por partida doble; como espacio de debate sobre los métodos de organización y lucha por los derechos conquistados en el pago, y como chance de asistencia a la marcha central en Capital al día siguiente.
Por caso, las consignas de APOCA luego del discurso de Milei forman un comunicado que se hermana con el de la Asamblea en Parque Lezama, y que es preciso hacer circular en la previa a la 5° marcha orgullosa de la historia azuleña en febrero.
Para que en democracia nadie sea indiferente a la defensa de las libertades de ser quien quieras. Para que gane el orgullo de no volver al clóset nunca más.
El comunicado de APOCA:
Frente a los dichos del Presidente Javier Milei en Davos en el que compara a nuestra comunidad con violadores y asesinos, en la que pone en duda la figura de femicidio y ataca a la ideología de género nos pronunciamos:
Ayer la misma persona que comparó al Estado con un violador en un jardín de infantes con vaselina, ese mismo ser que creó esta imagen, nos ataca por donde más andan sus formas de sexualidad en un foro mundial de economía en el que no presentó ningún tipo de plan económico (y no nos sorprende).
Nosotrxs reivindicamos el goce, la ternura y el tiempo. Aspiramos al placer mientras ellos aspiran mercado, odio y resultados. Les dolemos porque no entramos en sus lógicas de reproducción de siervos y esclavos para sostener el banquete de la verdadera minoría que destruye todo: los que acumulan cientos de miles de millones a costa del trabajo del pueblo.
La criminalización de nuestras vidas no ocurrirá, no serán ellos quienes nos verán desaparecer ni quienes nos verán desamparadas.
No serán ellos. Estamos juntxs. A quienes se sientan solxs lxs estamos esperando.
A estos ataques una respuesta concreta:
ANTIFASCISMO HOY Y SIEMPRE,
NI GENOCIDAS EN LAS CALLES,
NI NAZIS EN NUESTRAS MESAS».