Cuentan descendientes de Zabala (una de las familias más antiguas del Pueblo), que supieron tener una estancia denominada Santo Tomas, ubicada en el cuartel 3° del Partido de Tapalqué como avanzada del inminente genocidio del desierto, tanto que en ella se erigía un fuerte cuyos restos persisten a nuestros días. Don Eloy Marcelino Zavala, antiguo poblador de esta zona, contó en 1972 haber escuchado de su tío y padrino don Cristóbal Zavala, nacido en el año 1853, que en una de las expediciones venia entre las milicias Ángel Burraco Benítez, un guaraní que servía de lenguaraz en la traducción del huinca ante las tribus pampas.
Al llegar a esta zona, Benítez indica acampar en el paraje cercano a la Laguna de Gallardo. Expresa en su lengua “Cacharí”, cuya traducción literal seria “hasta aquí”. Desde entonces, esta será la denominación que la citada laguna tendrá en cada plano de ruta expedicionaria.
Llegará el año 1839, donde se cita en correspondencia al Juez de Paz un paraje llamado Cacharí, a 11 leguas desde El Azul hacia el norte. Tres décadas por delante, en 1873, irrumpe el trazado del ramal Las Flores hasta Azul por Ferrocarriles del Sud, que dos años más tarde verá surgir la Estación Cacharí, cuyo tramo ferroviario quedará inaugurado un 8 de septiembre de 1876. En 1880 Don Juan Andrade comenzó la mensura de terrenos, y para 1886 abría sus puertas la Escuela Nº 6. Una década mediante, 2 de mayo de 1896 para ser precisos, el Gobierno Provincial autoriza a Don Mariano Falomir a fundar el Pueblo de “Cachari”.
Si conmemoramos su fundación el 16 de septiembre, es a razón de que dicha jornada de 1896 se autoriza la mensura y trazado del Pueblo, indicando las fracciones destinadas al uso público.
En el presente, las cerca de 2960 almas cuentan con orgullo que en cada institución y hogar cachariense habita una humildad avasallante, que sólo descansa entre siestas. Y aunque la austeridad y la tradición, las mañas y el alma de pueblo pudieron “Hasta Aquí”, es tiempo de que en la normalidad en construcción, la cabecera del Partido le tienda puentes para galopar más allá…