La Jura de concejales: primer consenso, y primera presidenta de la historia

Al margen del juramento, la sesión preparatoria del jueves dejó dos hitos trascendentales: uno que marca el primer acuerdo político entre la oposición, con el voto mayoritario para que Gisela Balda de Podemos ocupe la Secretaría, y otro que se graba en la memoria colectiva azuleña, por las manos en alto que coronaron a Inés Laurini como la primera mujer en presidir el legislativo local.

A pesar de haberse anunciado que sólo se accedería mediante “una invitación especial”, el recinto lucía colmado. Más de un centenar de personas, entre familiares, funcionaries, dirigentes afines e incluso militantes de todas las fuerzas, coparon el deliberante para acompañar la jura de les flamantes ediles.

Dispuestos del modo en que protagonizarán las sesiones del año entrante, tanto elles como sus pares ocupaban las bancas que ocuparan hasta 2025. A la derecha del busto de Pedro Burgos, el bloque de Juntos o el ala dura del Bertellysmo, con Alejandro Vieyra, Pedro Sottile, María Cristina Álvarez, Ramiro Ortiz e Ignacio Laborda. Pronto se les arrimaría Juan Sáenz, único representante del bloque UCR. Ensimismados, se encontraban Jorge Ferrarello, Pilar Álvarez y Verónica Crisafulli, representando al interbloque de Juntos-UCR. A la izquierda de la mesa conductora, Natalia Colomé, Juan Louge y Gisela Hiriart, estrenando el bloque de Podemos Azul, y pegado al mismo la continuidad de Joaquín Propato, Graciela Bilello, Silvio Santillán y Cecilia Mártinez para el Frente de Todxs, que completaba sus bancas con la reelecta María Inés Laurini y les debutantes Juan Manuel Cacace y Laura Aloisi.

Entre les presentes, ocupando la primera fila, se lo veía incluso al Intendente #HernánBertellys, en lo que constituye su primera visita al deliberante desde su reelección en 2019. Izó la bandera – musicalizado con uno de los himnos predilectos de la Dictadura Cívico Eclesiástico Militar, como es canción aurora – dando inició formal a la sesión hasta allí conducida por Juan Sáenz y Federico Castrovinci, presidente y secretario salientes. Posteriormente la actual presidenta del Consejo Escolar de Azul, Andrea Alfonso le tomó juramento a los consejeros escolares electos para el período 2021-2025: Luciano Giachetti, Lucia Alaimo y Pablo Cuparo. No habría más intervenciones del intendente, a quien se lo vio retirarse presurosamente unos cuantos minutos antes del cierre de la ceremonia. Su presencia fue meramente testimonial.

Por su parte, la última acción de Sáenz como presidente del cuerpo fue ceder provisoriamente el mando a Alejandro Vieyra y Juan Manuel Cacace, para que conduzcan la misma hasta las votaciones que consagren las nuevas autoridades del CD. Antes de ello, procedieron a prestarse juramente el uno al otro.

El ex fabriquero ocupó entonces por unos minutos la vice presidencia, escoltando al actual Jefe de Gabinete en el cargo mayor, en tanto representa al concejal más longevo de la nueva conformación. Incluso atinó forzosamente, en la búsqueda de ganar simpatía, a bromear sobre su edad argumentando que “no es que yo sea muy grande, sino que el resto son demasiado jóvenes”. Resuena el eco de aquellas declaraciones inmediatas al anuncio de su pre-candidatura como concejal, donde teorizó que, para superar las consecuencias de la pandemia, el Concejo necesitaba de “aquellos que tenemos experiencia en gestión, y debemos poner en práctica mucha y rápida acción”. Esa misma entrevista que lo oyó definir a su candidatura como “un plebiscito de gestión”. Sin duda alguna, ese silencio unánime en la sala ante cada búsqueda de simpatía, y su notorio estado de nerviosidad para encadenar la protocolar retórica del acto, eran todo un plebiscito de la actual imagen que la ciudadanía azuleña percibe del Bertellysmo.

La jura y las votaciones

Sintonizando con el clima político, le correspondió a Ferrarello ser el primero de les concejales en posar la mano sobre la ley orgánica de las municipalidades y “el santo evangelio”. Al término de las palabras ceremoniales de Vieyra, llegó el “sí, juro” del ganador de las legislativas. La secuencia se repetiría a continuación con su compañera Pilar Álvarez, e inmediatamente con Colomé, Louge e Hiriart en nombre de Podemos. Tanto la primera como la tercera concejal vecinalista fueron las únicas en personalizar la jura: “en nombre de mayor inclusión y participación” a decir de la comunicadora y licenciada en turismo, y “en nombre de las localidades y los parajes”, en boca de la chillarense. Habiendo cumplido con su juramento Vieyra y Cacace, restaba oficializar la nueva jura de Laurini y la primera de Aloisi para el Frente de Todxs, quien a unos pasos de llegar al presidente provisorio escuchó un grito que retumbó en la sala: “no te olvides de los pozos”.

Superado el rito del juramento, les 18 concejales estaban advertidos que tendrían en su mano alzada la voluntad de elegir las nuevas autoridades del Concejo. Aunque en paralelo, se trataba del primer avistamiento al tablero y las estrategias que lo animarán desde 2022. Una aproximación tangible de las internas, los intereses y las cargas emocionales dispuestas en esta reformulación del cuerpo legislativo. Eso es lo que se vería plasmado en las votaciones que renovaron Presidencia y Secretaría.

Postulado Ferrarello por parte de Álvarez, y Laurini tras el aporte de Propato, estaba dispuesta la puja por las riendas y el voto doble. Vieyra, aplazado de tal chance, pero aún en la conducción provisoria, procedió con la votación. A favor del concejal de Juntos-UCR, los votos fueron 3: el propio, y los aportados por sus compañeras de bloque. En beneficio de la edil reelecta por Todxs, sus seis compañeres extendieron la mano y el resto de se abstuvo de levantarla, lo que le permitió doblegar los votos del presidente de AECA.  El resultado devuelve a la oposición al frente del legislativo, en sincronía con lo que ocurre en las cámaras alta y baja a nivel provincia y país. Este no es el dato que hace histórico el rol de Laurini como autoridad máxima del Deliberante. Será ella, una vez concluida el voto por la nueva Secretaría, quien dimensione la magnitud del hecho, acentuado y reafirmado por lo que ocurrió en esa segunda elección.

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Entró en la disputa por el rol de Secretario el ala bertellysta, proponiendo a Leandro Fiscina, para enfrentar a Federico Rossi, candidato del interbloque de Ferrarello, y doblegar a Gisela Balda, propuesta desde Podemos. Fiscina fue defendido por Sottile “en función de su experiencia legislativa, y su desempeño como secretario, donde demostró estar a la altura”. Álvarez evitó ponderar los atributos de Rossi para obtener el cargo, y en su lugar dejó entrever una disconformidad con el revés de la votación por la presidencia, limitándose a exponer que “dado que la primera minoría se quedó con ella, consideramos que por ser la lista ganadora nos corresponde ese lugar”. Llegado su turno, Colomé presentó a Balda como “una integrante de nuestro equipo, abogada, con todas las capacidades para afrontar el desafío, y además de Cacharí, lo que para nosotros es muy importante”. Rossi apenas cosechó los 3 votos del bloque que lo propuso; Fiscina obtuvo los 5 votos del bloque Juntos, incluido el de Saénz; pero el Frente de Todxs, que se había abstenido de aportar un candidate a la Secretaría, se volcó entero a favor de Balda, y arrimó 7 votos a los 3 que ya aportaba el bloque vecinalista para su candidata.

 

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Vencedor vencido, vencides vencedores

Producto de la feroz e irreconciliable interna que puso de momentos en jaque la ratificación de su triunfo, el interbloque de Ferrarello puede convertirse en el vencedor vencido del Concejo reformulado. Sin el voto doble ni la mayoría, viendo de lo que es capaz un consenso directo o indirecto de Podemos con Todxs, y acusando un ala bertellysta – con Vieyra a la cabeza – dispuesta a la abstención para coartar sus propuestas, y desgastarlo de cara a 2023.  Vieyra había anticipado su embiste contra Ferrarello semanas atrás, poniendo en agenda su intención de volver proyecto la quita de obligatoriedad sobre el descanso dominical de les trabajadores mercantiles. Se desconoce si tuvo intenciones reales de que le postulen para la presidencia del CD, tanto como no puede precisarse si las abstenciones de Ortíz, Sottile, «Cata» Álvarez y Sáenz fueron producto de un acuerdo previo a espaldas del bloque Dar El Paso – UCR. Lo inexorable, en contrapartida, es que serán contadas las instancias en que el bloque en su totalidad unifique sus 8 votos para dirimir la mayoría con las bancas opositoras.

Del otro lado del recinto se ubican les vencides vencedores, al menos, de esta sesión preparatoria. Sostener ese título dependerá, lógicamente, de que persistan las postura exhibidas en las votaciones del jueves. Esas que lograron un precedente histórico en la lucha por la equidad de géneros en la arena política azuleña, y que, en consecuencia, originó la mayor ovación de la jornada luego de oírlo de María Inés Laurini, escogida para encarnar tal conquista:

“Quiero hacer observar un hecho que es histórico: me quiero dirigir, en primer lugar, a todas las mujeres presentes en este recinto, de cualquier signo político, porque es la primera vez que el Concejo Deliberante de Azul va a ser presidido por una mujer”.

Así quedaron dispuestas las fichas que jugarán sobre el tablero legislativo azuleño durante los próximos 4 años.  Que ostenta a la primera presidenta de su centenaria historia, e incluye con la chacariense Balda y la chillarense Hiriart una presencia concreta de las localidades. En efecto, a un día de su conformación el cuerpo  sostuvo una reunión con vecines de 16 de julio, expectantes de resolver problemáticas de raigambre históricas que lejos están de agotarse en sus caminos intransitables.

Aunque con el avance de una potencial nueva ola de COVID-19, y las emergencias económicas, fiscales y administrativas todavía en tránsito, el Concejo tiene por delante dos desafíos impostergables: erradicar la cuota 13, y problematizar la viabilidad de la Ordenanza Fiscal e Impositiva para 2022, fruto de un presupuesto municipal deficitario, y huérfano de objetivos e inversiones perdurables para el crecimiento del Partido.

Convivirá dos años con la Gestión que orquestó ese modelo político.  Denunciar a tiempo sus irregularidades, controlar y reencausar sus prioridades de acuerdo a lo que dicta la comunidad, y legislar con efectos transformadores para esta última, es lo que puede consagrar a este cuerpo deliberativo como aquél que logró superar la pandemia, y sentar las bases para salir de un estancamiento de medio siglo.

 

Fotografías: Julieta Armentano (Azul Hasta El Estallido)

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