Desaparecieron. La orden llegó este fin de semana con la firma del ejecutivo: retirar los tres contenedores de separación de residuos de la esquina de Burgos y Belgrano. La culpa – puntualizó en “Noticias De Azul” la Secretaria de Obras Públicas, Guillermina Bellocq -, es de “muchos vecinos que en su mayoría arrojan desechos domiciliarios, muy lejos de ser materiales reciclables”. Añadiría en esa línea Lucas Rey, Gerente de #TransporteMalvinas, que el fracaso de Punto Limpio no estuvo en su implementación, sino “en el mal uso y las malas prácticas que tenemos como ciudadanos”.
Presentado en febrero como primer eslabón de una Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos (#GIRSU) en el #PartidoDeAzul, Punto Limpio permitiría la separación y el tratamiento residual en, al menos, cinco puntos estratégicos de la ciudad cabecera, comenzando por el ubicado en la manzana del Palacio. No llegó al tercer mes. La constante y previsible saturación de los tres contenedores que de manera diferenciada recolectaba Malvinas, fue el motivo que llevó al bertellysmo a retirarles.
¿El fracaso radicó, como argumentó Rey, exclusivamente “en los vecinos del lugar, los comerciantes y los consorcios que no respetan las normas, y lo utilizan incorrectamente colocando materiales que no son reciclables”? ¿Los más de 15 microbasurales a cielo abierto, y las negligentes quemas de residuos en #EcoAzul son culpa univoca de la sociedad? ¿Quién es responsable de ejecutar y hacer cumplir la normativa ambiental vigente?
Paradójicamente, el gerente de Malvinas también sinceró que, “en el cara a cara, los vecinos entienden naturalmente la importancia de reciclar”. Que por ello están trabajando “en campañas de concientización en los barrios”.
Ahí radica el único escenario donde prosperaría la GIRSU; una ciudad capaz de diferenciar residuo de basura; de empatizar con les recuperadores, y de salvar lo que nos queda de planeta. No anunció el Estado si habrá Punto Limpio. Pero siempre supo que, sin educación ambiental, no habrá contenedor que aguante.
[…] En marzo del corriente caería el reemplazo de Lorusso, Guillermo Giordano, y desde entonces estuvo tambaleando Pérez Guedes. La Licenciada en Relaciones Internacionales apenas llegó a efectuar actos de presencia en jornadas concientizadoras, como la de Consumo Responsable durante marzo. Tres puntos centrales parecen explicar su fugacidad en el cargo; la incapacidad, en concordancia con la de sus antecesores, para instar al Ejecutivo en la implementación de la GIRSU; su nulo diálogo con el MTE y les trabajadores de la economía circular local, además de Punto Verde, Semillita Verde, La Oveja Negra y demás ONG que enseñan el camino ecológico-ambiental a perseguir de forma autogestiva y voluntaria en el Partido; el costo político del fallido de Punto Limpio (ver «¿Dónde estan, los Puntos…») […]
[…] En marzo del corriente caería el reemplazo de Lorusso, Guillermo Giordano, y desde entonces estuvo tambaleando Pérez Guedes. La Licenciada en Relaciones Internacionales apenas llegó a efectuar actos de presencia en jornadas concientizadoras, como la de Consumo Responsable durante marzo. Tres puntos centrales parecen explicar su fugacidad en el cargo; la incapacidad, en concordancia con la de sus antecesores, para instar al Ejecutivo en la implementación de la GIRSU; su nulo diálogo con el MTE y les trabajadores de la economía circular local, además de Punto Verde, Semillita Verde, La Oveja Negra y demás ONG que enseñan el camino ecológico-ambiental a perseguir de forma autogestiva y voluntaria en el Partido; el costo político del fallido de Punto Limpio (ver «¿Dónde estan, los Puntos…») […]