La tempestad en tiempos difíciles

 

Iracunda e inusitada, la tormenta convirtió anegamiento en lagunas, techos en esquirlas al viento, y desató auténticas riveras al interior de tantísimos hogares en los márgenes del pueblo. En lo que se extendió la tarde de ayer, Azul padeció el aluvión que le azota al menos una vez en el calendario, y sólo la clemencia del propio cielo dispuso que se lamenten perdidas materiales y no humanas.

«Algunas calles aún permanecen con gran cantidad de agua debido a la falta de escurrimiento, producto de la ausencia de trabajos anteriores de mantenimiento, limpieza y arreglo de desagües», alertaba cerca de las 23, y en clave denuncia de la herencia recibida, el gobierno de Sombra.

Al posteo oficial le acompañaron imágenes del jefe comunal en diálogo con vecines del Villa Piazza o el San Martín de Porres, mientras decenas de comentarios exigían presencia del Estado en sus respectivas barriadas postergadas. Entre las demandas, hubo sin embargo puntuales consensos respecto de lo que agravó la tempestad: mitigar su impacto, alejar el fantasma de catastrofe, depende tanto de la educación ambiental de la comunidad, como de las capacidades de respuesta del Municipio.

Medio día después, el propio intendente sentó una conferencia de prensa con los referentes de su gabinete, en el afan de exhibir la asistencia ofrecida por su gestión a la tempestad, y de confirmar la creación de un comité de emergencia. Advirtió a priori, que «está previsto» un caudal de agua similar durante el fin de semana, por lo que seguirá la atención a través del 103, y la red de contención que sostienen junto a las comisiones vecinales. De inmediato, llegaron los sinceramientos; «La ciudad creció en los últimos años, pero el sistema pluvial es el mismo»; «es bastante artesanal el trabajo que pudimos hacer por falta de herramientas; «este es un municipio que hoy no tiene la maquinaria necesaria para resolver inmediatamente, no solo este incidente, sino en lo cotidiano para poder prevenir».

Sobre el gravamen de lo heredado, el mandatario aclaró que el «escaso personal» de la comuna destinado a los trabajos de calle, se encuentra «trabajando en el destapar alcantarillas para que esta noche, mañana y pasado, no tengamos las complicaciones que tuvimos”. Agradeció especialmente «el acompañamiento del Gobierno de la Provincia ante esta situación», y en la jornada previa al nuevo aniversario del pago – a pesar de la intención declarada de ser otra intendencia que celebre la colonización de Pedro Burgos – adelantó que suspendidas las fiestas  sólo habrá lugar para los actos protocolares.
También aclaró Sombra, que el personal de la comuna destinado a los trabajos de calle es escaso, en relación a la cantidad total de empleados, lo que dificulta aún más este tipo de tareas. Al margen, detalló que “hoy tuvimos una reunión de gabinete donde hay una orden muy clara que a este municipio se viene a trabajar; es un mensaje para la comunidad y todos los trabajadores y trabajadoras. Vamos a tener un control muy exhaustivo con los horarios, con la forma de trabajar y la predisposición porque vienen tiempos complejos y porque toda la comunidad paga el sueldo de todos nosotros”.
Sombra agradeció especialmente el acompañamiento del Gobierno de la Provincia ante esta situación que está atravesando el distrito luego del temporal, y en la previa a conmemorarse un nuevo aniversario de la ciudad, decretó que se realizará solamente el acto protocolar previsto en el Veredón suspendiéndose el resto de las actividades.
El cierre de la conferencia fue un llamamiento para asegurar la futura asistencia. El Intendente se refirió al necesario aporte de la comunidad para garantizar la plena prestación de servicios por parte de la comuna. “Este municipio ha tenido falencias desde hace mucho tiempo y a partir del 20 de diciembre van a empezar a llegar las nuevas partidas y la sociedad debe comprender que el municipio puede prestar servicios a través de las tasas que cada uno tiene la responsabilidad de abonar”-enfatizó.
“Les pido que colaboremos con la Tasa esencial, que es la que nos va a garantizar los servicios, y porque van a encontrar una respuesta real y concreta”. Mientras tanto, las periferias cruzan los dedos para ahuyentar la inundación, y no para cubrir el aporte de un bolsillo vapuleado por la tempestad que iba a pagar la casta.
NOVEDADES RELACIONADAS
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.